El peronismo, como movimiento y expresión política, económica y cultural, se origina en tiempos muy distintos al presente y supo mantenerse en el tiempo con diferentes cambios, adecuándose a fuertes mutaciones a nivel continental y mundial. Supo construir diferentes matrices que marcaron un antes y un después en la historia de nuestro país. Para muchos el peronismo excede lo político, lo ideológico y doctrinario para convertirse en una identidad cultural característica de nuestra argentinidad. Para otros se ha convertido en una forma de ejercer el poder y se ve expresado también en otros espacios políticos nacionales.  También podemos decir que el peronismo fue la modernidad de matriz argentina de mediados del siglo pasado, que supo transformarse ante los cambios de finales del siglo XX y el siglo XXI. Para algunos fue un movimiento "incorregible", que supo representar un modelo de desarrollo con justicia social, para otros fue el socialismo nacional; para sus opositores fue el hecho maldito, para otros el capitalismo argentino.  Lo que es casi innegable es que el peronismo, desde sus seguidores y detractores, convoca pasiones y se mantiene en la realidad política del país hace muchas décadas. ¿En qué radica la fuerza mutativa del peronismo? ¿En asumir los cambios en forma pragmática? ¿En su manejo del poder? ¿Es el realpolitiks argentino? Desde este trabajo abordaremos al peronismo desde distintas miradas y perspectivas históricas, tomando sus distintas mutaciones en el marco de los cambios mundiales desde sus orígenes hasta el presente. Nos encontramos en un tiempo extraño, sin centro, confuso, siempre al límite. En estos raros nuevos tiempos parecen estar terminado muchas cosas y comenzando otras, a la vez algunas parecen no terminar de morir y otras de nacer, lo único que sabemos que lo que viene será distinto.