Cuando te diga la verdad del tiempo, lo mucho que extraño sonrojar los cuerpos sentirás la tranquilidad del que todo y nada espera, la convicción de una piel.
No confió ni abuso del amor, me sacio con ilusiones y gestos grabados en mi, me callo para asirme a lo que hago. Lo silenciado sobre mi adoración es absurdo.