El aporte de Maquiavelo a la problemática de la modernidad se sitúa en dos planos distintos, aunque estrechamente relacionados. A nivel filosófico estriba en la intuición de unas categorías básicas de la experiencia ética y psicológica de la edad moderna. A nivel propiamente político se refleja en una teoría constitucional que presupone algunas categorías filosóficas generales y se sirve de ellas para describir la fenomenología del Estado moderno. Examinaremos sucesivamente estos dos aspectos, sin olvidar que ellos constituyen, en efecto, una unidad: unidad de discurso implícito (filosófico) y explicito (político), de metodología y aplicación, que representa, por sí misma, el rasgo tal vez más característico de un "género" típicamente moderno: el ensayo.