¿Qué sucedería si emergiese el evangelio de Judas y pusiera en riesgo nuestras certezas? ¿Qué consecuencias tendría para el mundo si esas escrituras viesen la luz para gritarnos que hemos vivido equivocados? Esta historia es sobre el rastro que deja Judas a través de los siglos. El conductor de un programa de radio nos la irá narrando. "¿Qué es esto que nos llega luego de tantos siglos? ¿Qué hace Judas defendiéndose de tantas injurias durante dos milenios? ¿Qué nos quieren decir esos monjes? Cada vez que el registro de esta historia estuvo a punto de perderse, algo ocurrió y rescató el sendero para que alguien lo vuelva a recoger, como si Judas quisiera hablarnos, luchando contra una historia de ocultamientos".
Los escritos prohibidos deambularán por Lyon, donde un obispo intentará destruirlos. Volverán en Avignon, en la disputa entre los dos Papas. Roma, en el juicio a Galileo, y Sevilla, en un monasterio que carga con un crimen, cuyo cadáver será enviado a las Américas junto al evangelio de Judas. Llega a Buenos Aires en un galeón con convictos a cambio de su libertad, en plena asamblea del año trece. Un esclavo lidiará con el peso del códice sin saberlo. A comienzos del siglo veinte, un buscador de agua desenterrará a Judas. Desconoce lo que tiene, como tampoco sabe que será el padre de un monje que desatará el nudo de esta historia, y quien recibirá en la abadía a un iniciado a quien confesará que es el elegido para limpiar el nombre de Judas. El joven huirá con los escritos y descubrirá el amor. Irán en busca de un cura a cargo de la parroquia en un pueblo de pescadores. Ahí llegará un periodista tras la nota de una orca muerta en la playa. En su interior aparecerá un cadáver. Y así, entre hechos históricos, amores adolescentes, amores adultos, surcados por una trama tejida con religión, misticismo e investigación policial, transcurre el derrotero del evangelio de Judas, que se resiste a perder el rastro...