Este libro se empeña en favor de una iglesia que se comprende como una iglesia misionera, asumiendo la tarea misionera de Dios.
Una iglesia que comprende los propósitos de Dios con este mundo y con las personas de este mundo, y que intenta ponerlos en práctica.
Una iglesia así sólo puede ser pensada y construida de forma cultural y socialmente relevante, especialmente en el contexto de la "multiculturalidad de la sociedad occidental".