Después de ser desmovilizado del Ejército, el joven Gao Aijun decide volver a su aldea en la sierra de Balou con una sola misión: hacer la revolución. En el camino de regreso, se encuentra con una joven sentada en las vías del tren, bajo el cálido sol del final de la tarde. En un instante, Aijun cae rendido ante Hongmei, que, como él, posee el mismo fervor revolucionario.
Sin reparar en sus respectivas familias y con la ambición de hacer historia, Aijun y Hongmei se lanzan juntos a enarbolar la bandera roja de la China de Mao y se vuelven inseparables. Temen que en su aldea aún pervivan los antiguos principios feudales y contrarrevolucionarios, y pasan día y noche redactando panfletos, creando eslóganes y organizando las nuevas brigadas de producción del pueblo, mientras dan rienda suelta a su ardiente pasión. Convencidos de su conducta intachable, esperan que llegue el día en que el Partido reconozca sus grandes esfuerzos y se les conceda un cargo de autoridad. Pero las contradicciones de la realidad se impondrán y todo comenzará a desmoronarse.
Yan Lianke vuelve a sorprendernos con su lenguaje rico en imágenes y sensaciones en esta indagación sobre el absurdo de la ideología y, también, sobre el lado oscuro del ser humano.
«Yan Lianke nos habla de la falsa conciencia, de la forma en que -llegamos a participar conscientemente en un mundo ajenos a la realidad... Duro como el agua es una obra compleja y fascinante, una novela que obliga al lector a reflexionar sobre las discrepancias entre lo que se dice y lo que está realmente sucediendo... Yan Lianke nos desafía a mirarnos en el cristal turbio de la ambición y el autoengaño para que hallemos nuestro verdadero rostro». The Times