Miembro de la Academia de Letras de Pernambuco, Gilvan Lemos fue un escritor muy importante para la literatura brasileña, y sus textos merecen estar en las estanterías de todos los lectores amantes de una prosa poderosa y llena de originalidad. Novelista silencioso en la palabra, pero estruendoso en la escritura, dejó un legado que perdurará para infinitas generaciones. Debido a su timidez, no se encontraba entre los influyentes círculos literarios de su época; prefería estar solo en su piso de Recife (donde fue hallado muerto en agosto de 2015), pero sin embargo tuvo muchos admiradores en todo Brasil. Reconocía que su obra era muy buena; decía que sus libros ni siquiera parecían suyos, de tan buenos que eran, pero no se atrevía a buscar editoriales para publicarlos. Animado por sus amigos, fue enviando sus escritos y enseguida fueron aceptados y publicados. Nunca pensó que sería escritor, pero lo fue, y con maestría, quizá porque escribía lo que le gustaba y lo que poseía, escribía sólo para sí mismo. Pero, quisiera o no, consiguió cautivar a muchos lectores de todo el mundo y eternizó su literatura.