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Esther Montiel Vega nació en 1941 en Matagalpa, Nicaragua, una preciosa ciudad cafetalera. Vive en la Ciudad de México desde hace 45 años. Se recibió como contadora privada en el Colegio San José, dirigido por la congregación de las Hermanas Josefinas, en su ciudad natal.
A los 16 años inició su pasión por el yoga gracias a su padre, Antonio Montiel Reyes, quien le inculcó los valores de la lealtad, la disciplina y la honradez. Comenzó su formación en la Gran Fraternidad Universal de Matagalpa, fundada por el gran maestro Raimundo de la Ferrière, quien introdujo el Hatha yoga en América Latina.
Es instructora de yoga hace 40 años. Inició su carrera docente en el Club Berimbau, un lugar que considera su casa. También trabajó en el Colegio Tepeyac y el Colegio Lasalle. Actualmente brinda clases en línea para personas mayores.
Su deseo es acercar a las personas a la práctica del yoga, para que aprendan a reconocer su cuerpo, observarlo y reconectarse con él. Como explica la autora, "el objetivo más importante de esta práctica es generar bondad, amor y felicidad entre las personas que nos rodean, aceptándolas como son". Este es su primer libro.
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