Este libro propone la existencia de un cine documental que busca la emancipación mediante la desarticulación de la narración histórica predominante. El documental del disenso plantea un cambio de paradigma a través de un giro subjetivo y conceptual, creando espacios de resistencia en las grietas que subyacen entre los relatos del poder y la oposición. Este cine se desenvuelve en los márgenes del establecimiento y se inventa a sí mismo apoderandose de los acuerdos consensuados, para luego transmutarlos en argumentos de disuasión.
Este trabajo se enmarca en la intrincada espiral de violencia que ha caracterizado la historia de Colombia, donde las principales voces que se han enfrenado en la construcción de los consensos de reflexión y memoria han sido siempre la de los medios de comunicación, encargados de difundir y respaldar las versiones acordadas por el poder, y la de las narrativas de la oposición, entre las que encontramos documentales canónicos que visibilizan las historias de los más afectados por la violencia. En ese sentido, a través del análisis de tres películas colombianas, se revela un posible tercer camino: provocar el desorden como una forma de proponer un nuevo orden. De eso trata este libro.