Todos los trozos de ciencia que creíamos erróneamente El autor de Cuando la tierra era plana lleva a cabo una exploración entretenida y, a la vez, autorizada de coloridas teorías científicas que alguna vez se creyeron ciertas, pero que hace tiempo fueron refutadas. El lector descubrirá, entre otras muchas cosas, por qué la reina Victoria ingería una tintura de opio por consejo de su médico, cómo la reticencia a aceptar la idea de la teoría de los gérmenes condujo al asesinato, y por qué los católicos inventaron el mito de que las tribus de América del Sur practicaban el canibalismo. Este fascinante libro recoge ideas que ahora parecen más descabelladas que creíbles: la de que el cuerpo humano se compone sólo de cuatro humores (la bilis negra y amarilla, la sangre y la flema) hasta la del descubrimiento del llamado «eslabón perdido» de la cadena evolutiva. Cuando la Tierra era plana cuenta las intrigantes historias que subyacen en esas teorías científicas que una vez creímos ciertas, y muestra cómo la forma de ver el mundo y la manera en que pensamos que éste funciona ha cambiado completamente a lo largo de la historia.