Si el cambio de roles existiera, el terapeuta sería el entrevistado. Recostado en posición analítica, contaría su historia fabricada con miedos, errores, aciertos, debilidades y fortalezas; siendo difícil separarla de aquellas vertidas por sus pacientes, compuestas por los mismos elementos. Y es que no existe psicólogo que no titubee, ni paciente que no sea dueño de alguna solución. Por eso las certezas se prestan... y las dudas también.
Si el cambio de roles existiera, el paciente diría "¿En qué lo puedo ayudar?", y el psicólogo respondería "Quiero contarle mis fantasías" y la terapia comenzaría con un "Adelante, lo escucho..."
Delirios de un psicólogo se adentra en el mundo de una mente en terapia (la del psicólogo) para mostrar que la objetividad profesional es una falacia; y que, a lo sumo, sólo se puede aspirar a ser "honesto". Por eso los análisis están cargados de subjetividad... y los consejos, también.
Delirios de un psicólogo, 20 historias del mundo de la psicología cargadas de fantasía y de crudo realismo.