El chisme, el humor y las lágrimas han formado parte de las narraciones que nos iluminaban frente al fogón o frente a la pantalla, pues siempre hemos necesitado de relatos que nos permitan cuestionarnos, vigilarnos o sentirnos emocionalmente unidos. Feliz seré busca entendernos como una especie que no se conforma con sobrevivir y que forma parte de una cultura cuya peculiaridad es la de afrontar sus desafíos de manera festiva, intensa, transgresora, capaz de convocar la alegría de vivir y de cubrir, simbólica y literalmente, con colores vivos e incontrastables, lo que antes fue un desierto.