La obra propone la simplificación radical del Derecho Societario. Partiendo de los esquemas tradicionales se avanza hacia la supresión de la mayoría de las formas y normas existentes. Se concluye en la conveniencia de un sistema simplificado, que gire exclusivamente en torno a solo dos principios que hacen a la esencia del Derecho Societario (personalidad y limitación de responsabilidad) y un mecanismo de instrumentación/funcionamiento (formación de voluntad). La solución tiene impacto en el área legislativa, por cuanto propone la modernización del sistema societario. De allí se desprende que la obra dispone de potenciales interesados además de los profesionales de Derecho.