En el año 2014, por primera vez, se expuso en nuestro país la cartografía mediterránea y de América del militar y marino turco Piri Reis (s. XVI). Sin lugar a dudas, la primera cartografía no occidental y de las primeras del entonces Nuevo Mundo, hecha por la mano de un enigmático militar, cartógrafo y pintor que pareciera, según su propio escrito, fue diseñada con base en el perdido diario de Cristóbal Colón. En mapas de amplias dimensiones, desde entonces y hasta hoy, personas de varias ciudades del país han podido admirar los trazos de geografía física, natural y social del cartógrafo otomano, gracias a la oportuna alianza entre la Universidad de Ankara, la Embajada de la República de Turquía en Colombia, la Universidad Externado de Colombia y la Biblioteca Luis Ángel Arango de la Red de Bibliotecas del Banco de la República. Salió a la luz, entonces, editado por la Universidad Externado de Colombia, un breve opúsculo que reunía una serie de conferencias alrededor del primer cartógrafo otomano renacentista y de la Armada turca desde finales del Imperio otomano hasta nuestros días. Lamentamos siempre no haber puesto a disposición del público interesado, en sus manos, los mapas de Piri Reis, del Libro de los Mares y una explicación detallada de los mismos, pero ante todo sus dos ma pamundis, perlas preciosas que expresan un nexo sin precedentes entre la discutida frontera otomana con Occidente y las así llamadas Nuevas Indias. En esta nueva edición de aquel libro, ampliada tanto en sus contenidos del texto como en su contenido gráfico, nos complace presentar a estudiantes, profesores, investigadores e interesados en la figura del cartógrafo turco y en su obra, textos revisados e inéditos sobre su vida y la Armada turca, y una modesta selección de varios de sus mapas mediterráneos y los dos extraordinarios mapamundis en alta definición. Como sello de la alianza entre dos universidades en dos continentes aparentemente desconectados, dejamos al público este volumen que empieza a revelar que las distancias entre estos dos mundos son pocas y tenues. Tal vez, porque es una distancia colonizada que en su interior devela varios vínculos insospechados por una historiografía conveniente; y que sus gentes, sus lenguas, sus tejidos y sus impresiones sobre el otro no son probablemente tan distantes.