Este texto tiene, sin duda, aspectos académicos, porque Ottone y Walker son intelectuales y formadores universitarios: en la conversación aparecen libros, autores y citas que ninguna persona que intente comprender el complejo mundo de hoy debería pasar por alto. Pero, sobre todo, se trata de una conversación de dos hombres que desde diferentes frentes han sido testigos y protagonistas de los últimos 50 años de la historia de Chile, con sus dolores, aciertos y derrotas. Estas páginas, por cierto, tienen la racionalidad política, pero -vaya sorpresa he tenido-, espacios emotivos que dejan al descubierto las heridas que Chile parece no curar ni siquiera con el paso de las décadas.