Sonia Arias López nació en Vidul, un pequeño pueblo de la parroquia de Paradela, Lugo. Desde muy joven mostró su pasión por la lectura, principalmente la poesía. Este adorado pueblo influye en su manera particular de escribir consiguiendo, entre otras cosas, que su estilo nos llegue limpio e inconfundible. La autora insiste en que la infancia es esencial en la vida de una persona. De esta forma nos hace saber que sus raíces siempre serán el pilar central de cada libro. Ella dice que adora ser de donde es y no de «todos esos lugares bonitos pero de otros».
Para encontrarnos con su dosis de poesía debemos estar abiertos a todo. En Manchas de frío crecen historias que nos acercan al surrealismo, al intimismo, al idealismo y también a la más descarnada realidad. En este libro ninguna injusticia es tratada con miedo, a pesar de su timidez.
Prepárate para reflexionar sobre situaciones de nuestro día a día y aquellas otras a las que no les damos la atención que se merecen.
«Siento no saber explicarme mejor. En realidad, ninguno es como quiero. Lo que pido es un jersey que tenga el cuello alto. No un jersey de cuello alto. Verá, quiero que me cubra la parte donde nace el cuello, la parte por donde se cortaría una cabeza si lo que se deseara fuera dejar un cuerpo decapitado hermoso o perfecto a ras de los hombros. Ese día todos sabrán que no voy a contestar a nadie, tendrán que conformarse con solo mirarme»