Te juro que es por tu bien" propone dos historias de orfandad, muy diferentes entre sí, cuyo hilo conductor resalta la crueldad del ser humano, en temas cruciales y contemporáneos. En "La aguja en el ojo", una familia expulsa a quien no puede comprender: el personaje relata su exclusión que, se compensa, con el afecto de su vecina modista que además le enseña una profesión y lo cobija. En "Me verás volver", la historia se encuentra narrada por un enigmático nosotros que reacciona con inusitada violencia ante la presencia de un indigente que se instala a vivir en el ingreso de un edificio.
La narrativa del desamparo que propone Susana Ibáñez, se construye sobre pocos y cruciales elementos: afecto/cuidado, debilidad/fortaleza, distancia/empatía, espanto/confianza. Y deja a sus lectores con una inquietud extrema al comprobar las espinosas aristas del alma humana.