Durante el último tercio del siglo XX los gobiernos latinoamericanos abandonan la prestación directade los servicios sociales pasando a contratar la ejecución de los mismos con organizaciones de la sociedad civil y del mercado. Detrás de esta aparente estrategia común podemos identificar tres modelos de conducción de políticas sociales: el estatalista, el societal y el de mercado. Cada modelo responde optimamente en la búsqueda de unos objetivos sociales y subóptimamente en la búsqueda de otros. Cuando los gobiernos aplican un modelo según consideraciones estrictamente ideológicas o desconociendo la lógica de los diferentes modelos de conducción pueden perder la oportunidad de optimizar los resultados de las políticas sociales.