Existe un poder adultocentrico. Una forma particular de ejercer poder a partir de la negacion de la coetaneidad, la precarizacion, la estigmatizacion y el aniquilamiento de la vida de las personas jovenes. Contra toda obviedad, una sociedad adultocentrica no es aquella que pone a "e;los adultos"e; en el centro, sino que se define por su funcionamiento: un sistema de enunciados y de practicas sociales sedimentadas que relegan a las personas jovenes a la condicion de "e;todavia-no-sujetos"e;. Mientras que la juventud avanza en una politizacin cada vez ms amplia de los espacios de la vida privada y pblica, los discursos adultocntricos insisten en su banalizacin, aduciendo con insistencia que no es ms que un epifenmeno biolgico, psicolgico o, en ltima instancia, "e;presa fcil"e; del capitalismo de consumo. Este libro seala las distintas estrategias sociales, polticas, econmicas, culturales y pedaggicas que niegan la experiencia de vida compartida entre jvenes y adultos; no solo dificultando el dilogo intergeneracional, sino limitando la crtica social y la comprensin de la subjetividad moderna.
Existe un poder adultocéntrico. Una forma particular de ejercer poder a partir de la negación de la coetaneidad, la precarización, la estigmatización y el aniquilamiento de la vida de las personas jóvenes. Contra toda obviedad, una sociedad adultocéntrica no es aquella que pone a "los adultos" en el centro, sino que se define por su funcionamiento: un sistema de enunciados y de prácticas sociales sedimentadas que relegan a las personas jóvenes a la condición de "todavía-no-sujetos".
Mientras que la juventud avanza en una politización cada vez más amplia de los espacios de la vida privada y pública, los discursos adultocéntricos insisten en su banalización, aduciendo con insistencia que no es más que un epifenómeno biológico, psicológico o, en última instancia, "presa fácil" del capitalismo de consumo. Este libro señala las distintas estrategias sociales, políticas, económicas, culturales y pedagógicas que niegan la experiencia de vida compartida entre jóvenes y adultos; no solo dificultando el diálogo intergeneracional, sino limitando la crítica social y la comprensión de la subjetividad moderna.