El hospital del alma es un conjunto de relatos divididos en seis capítulos desde el que Lourdes Cacho Escudero, a través de anécdotas, experiencias propias y a veces historias que le han sido contadas, describe el tiempo y los lugares que han marcado su vida. Cobran especial importancia algunas etapas, la niñez, la adolescencia, la madurez; todas ellas de la mano de un aprendizaje transmitido a través de familiares, amigos, seres queridos e incluso personas que en un momento dado le han supuesto un significado imborrable.
El tiempo de cada relato es la búsqueda de la felicidad, la puesta de largo de la vida, el encuentro con la muerte y con el paladar de las ausencias. Los lugares describen el camino, principalmente el de la risa y el del amor. Hay un capítulo especial, el último, en el que la lectura del amor cobra vital interés y se ahonda en la soledad, en la necesidad de un tiempo de abrazar, en la sensualidad de la memoria o en el amanecer de las caricias. El amor se desnuda despacio ante los ojos del lector para poner punto final a un libro que podría decirse que es la recopilación de latidos, de respiraciones entrecortadas, de tardes de escuela y de comienzos?Porque todos los aprendizajes tienen un comienzo, una puesta en contacto con un mundo real vivido que va a ser el principal protagonista de cada historia.
La familia, como punto de partida o de referencia, el pueblo como paraíso de juegos y guardián de los secretos de la niñez, de los primeros besos y la ciudad como toma de contacto con la independencia, con esa edad de las caderas que va instaurando poco a poco otra libertad sexual; y el dolor de la enfermedad y de la muerte, ponen de manifiesto una forma de tomarse la vida donde encender el sol o sonreír son conductas aprendidas, narradas de padres a hijos y de abuelos a nietos.
Como una cura de amor a través del equipaje de las palabras para sanar la soledad del alma.
El hospital del alma es un conjunto de relatos divididos en seis capitulos desde el que Lourdes Cacho Escudero, a traves de anecdotas, experiencias propias y a veces historias que le han sido contadas, describe el tiempo y los lugares que han marcado su vida. Cobran especial importancia algunas etapas, la ninez, la adolescencia, la madurez; todas ellas de la mano de un aprendizaje transmitido a traves de familiares, amigos, seres queridos e incluso personas que en un momento dado le han supuesto un significado imborrable. El tiempo de cada relato es la bsqueda de la felicidad, la puesta de largo de la vida, el encuentro con la muerte y con el paladar de las ausencias. Los lugares describen el camino, principalmente el de la risa y el del amor. Hay un captulo especial, el ltimo, en el que la lectura del amor cobra vital inters y se ahonda en la soledad, en la necesidad de un tiempo de abrazar, en la sensualidad de la memoria o en el amanecer de las caricias. El amor se desnuda despacio ante los ojos del lector para poner punto final a un libro que podra decirse que es la recopilacin de latidos, de respiraciones entrecortadas, de tardes de escuela y de comienzosPorque todos los aprendizajes tienen un comienzo, una puesta en contacto con un mundo real vivido que va a ser el principal protagonista de cada historia. La familia, como punto de partida o de referencia, el pueblo como paraso de juegos y guardin de los secretos de la niez, de los primeros besos y la ciudad como toma de contacto con la independencia, con esa edad de las caderas que va instaurando poco a poco otra libertad sexual; y el dolor de la enfermedad y de la muerte, ponen de manifiesto una forma de tomarse la vida donde encender el sol o sonrer son conductas aprendidas, narradas de padres a hijos y de abuelos a nietos. Como una cura de amor a travs del equipaje de las palabras para sanar la soledad del alma.