El presente volumen, compuesto por cuatro articulos del autor publicados previamente en diferentes medios, se centra en la dimension humana de la religion. El primer texto nos habla de la conversin a la que estn llamadas las religiones, ya que no tienen el monopolio de la dimensin religiosa del hombre, que resurge a pesar de las esclerosis culturales y de las mismas religiones. El segundo se refiere al estudio de las religiones, un estudio que no ha de separarlas del mundo, como sucede a menudo. El tercero se ocupa del cuerpo del hombre, hoy desgraciadamente castigado por quien lo convierte en dolo o lo deprecia. Sin el cuerpo, la dimensin religiosa se evapora o se transforma en violencia. Por ltimo, el autor nos habla de medicina y religin. Salud y salvacin no han de confundirse, pero solo existen si se mantiene entre ellas una interdependencia armnica. Segn Panikkar, la tendencia a crear un mbito estrictamente "e;religioso"e;, separado del mundo y del cuerpo, beneficia a ideologas totalitarias en la ciencia y la poltica. El autor es un crtico radical del abuso de la tierra y del hombre en el que nos encontramos inmersos, pero ejerce esta crtica desde una visin de paz posible, experimentada, ineludible.
El presente volumen, compuesto por cuatro artículos del autor publicados previamente en diferentes medios, se centra en la dimensión humana de la religión.
El primer texto nos habla de la conversión a la que están llamadas las religiones, ya que no tienen el monopolio de la dimensión religiosa del hombre, que resurge a pesar de las esclerosis culturales y de las mismas religiones. El segundo se refiere al estudio de las religiones, un estudio que no ha de separarlas del mundo, como sucede a menudo. El tercero se ocupa del cuerpo del hombre, hoy desgraciadamente castigado por quien lo convierte en ídolo o lo deprecia. Sin el cuerpo, la dimensión religiosa se evapora o se transforma en violencia. Por último, el autor nos habla de medicina y religión. Salud y salvación no han de confundirse, pero solo existen si se mantiene entre ellas una interdependencia armónica.
Según Panikkar, la tendencia a crear un ámbito estrictamente «religioso», separado del mundo y del cuerpo, beneficia a ideologías totalitarias en la ciencia y la política. El autor es un crítico radical del abuso de la tierra y del hombre en el que nos encontramos inmersos, pero ejerce esta crítica desde una visión de paz posible, experimentada, ineludible.