LA NOVELA DEL GENIAL DRAMATURGO Y PREMIO NOBEL DARIO FO
Lucrecia Borgia: hija de un Papa, tres veces casada, un marido asesinado, un hijo ilegítimo... todo en solo treinta y nueve años y en pleno Renacimiento. La suya fue una vida realmente increíble que sin duda alguna merece la pena contar. Lo han intentado escritores, filósofos e historiadores. Ahora, a modo de excepcional homenaje a su esposa recientemente fallecida, el premio nobel Dario Fo, alejándose de reconstrucciones escandalosas o puramente históricas, nos revela en una novela toda la humanidad de Lucrecia, liberándola del cliché de mujer disoluta e incestuosa y sumergiéndola en el contexto histórico y en la vida cotidiana de su época.
De esta forma, el lector vivirá en primera persona la fascinación de las cortes renacentistas, con el Papa Alejandro VI, el más corrupto de los pontífices, y su diabólico hermano, César. También con los maridos de Lucrecia, expulsados, asesinados, humillados, y sus amantes, el primero de todos el gran humanista Pietro Bembo, con el que compartía el amor por el arte, por la poseía y el teatro. Todos ellos peones del despiadado juego del poder.
Lucrecia Borgia: hija de un Papa, tres veces casada, un marido asesinado, un hijo ilegítimo... todo en solo treinta y nueve años y en pleno Renacimiento. La suya fue una vida realmente increíble que sin duda alguna merece la pena contar. Lo han intentado escritores, filósofos e historiadores. Ahora, a modo de excepcional homenaje a su esposa recientemente fallecida, el premio nobel Dario Fo, alejándose de reconstrucciones escandalosas o puramente históricas, nos revela en una novela toda la humanidad de Lucrecia, liberándola del cliché de mujer disoluta e incestuosa y sumergiéndola en el contexto histórico y en la vida cotidiana de su época.
De esta forma, el lector vivirá en primera persona la fascinación de las cortes renacentistas, con el Papa Alejandro VI, el más corrupto de los pontífices, y su diabólico hermano, César. También con los maridos de Lucrecia, expulsados, asesinados, humillados, y sus amantes, el primero de todos el gran humanista Pietro Bembo, con el que compartía el amor por el arte, por la poseía y el teatro. Todos ellos peones del despiadado juego del poder.